El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, lanzó una advertencia contundente sobre el estado de la actividad manufacturera en el país. En una entrevista con Radio Mitre, el dirigente señaló que varios sectores estratégicos como la construcción, el textil, el calzado, la metalmecánica y el cemento están atravesando un freno significativo, con caídas intermensuales que se profundizaron durante julio y agosto.
Rappallini explicó que la industria argentina es “muy heterogénea”, pero que el parate se ha extendido a ramas que venían mostrando señales de recuperación. En particular, destacó que el índice Construya —referente del sector de insumos para la construcción— registró una baja intermensual que lo llevó a niveles mínimos. El cemento, por su parte, también mostró una caída importante, reflejando el retroceso de la obra pública y privada.
Uno de los factores que más preocupa a la UIA es el impacto de las altas tasas de interés. Según Rappallini, estas condiciones encarecen el crédito, frenan la inversión y afectan el consumo, generando un efecto dominó en toda la cadena productiva. Sectores como el calzado y la metalmecánica, que dependen de bienes durables y financiamiento, son especialmente vulnerables en este contexto.
Más allá de la coyuntura electoral, el presidente de la UIA insistió en la necesidad de una gestión política basada en el diálogo y el consenso. “La democracia es diálogo”, afirmó, y pidió que el Gobierno convoque a todos los actores económicos para definir estrategias que permitan sostener la actividad fabril. Para Rappallini, el rumbo económico debe contemplar tanto el orden fiscal como la urgencia microeconómica.
La advertencia de la UIA se suma a otras señales de desaceleración en la economía real. Con una inflación persistente y un consumo retraído, el panorama industrial se vuelve cada vez más complejo. Rappallini concluyó que, tras las elecciones, será clave establecer políticas de largo plazo que fortalezcan la producción nacional y eviten una nueva etapa de recesión estructural.