El hallazgo de los cuerpos de Brenda (20), Morena (20) y Lara (15) en una vivienda de Florencio Varela conmocionó al país. Las tres jóvenes habían sido asesinadas y descuartizadas, y las primeras pericias revelaron que los crímenes se produjeron en distintos momentos. El hecho reviste características propias de un mensaje mafioso y volvió a instalar el debate sobre la violencia extrema vinculada al narcotráfico.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, confirmó un dato escalofriante: el asesinato fue transmitido en vivo a través de Instagram para un grupo cerrado de 45 personas. Durante la transmisión, el agresor habría pronunciado la frase “Esto le pasa al que me roba droga”, reforzando la hipótesis de que se trató de un ajuste de cuentas ligado al narcotráfico.
Los informes preliminares de las autopsias sostienen que las víctimas habrían sido asesinadas en momentos diferentes, lo que da cuenta de una ejecución escalonada y meticulosamente planificada. Las escenas halladas en la casa, junto con el nivel de violencia desplegada, refuerzan la línea investigativa sobre un crimen mafioso.
El caso provocó un fuerte impacto social. La comunidad de Florencio Varela se movilizó para exigir justicia y protección, mientras las autoridades provinciales y judiciales intentan avanzar con detenciones y allanamientos que permitan esclarecer la autoría y desarticular las redes criminales detrás del brutal femicidio.