La inflación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se aceleró en septiembre y alcanzó el 2,2% mensual, según informó la Dirección General de Estadística y Censos porteña. El dato representa un salto respecto al 1,6% de agosto y marca un punto de inflexión en la tendencia desinflacionaria que se venía observando desde el segundo trimestre del año.
El principal factor detrás del rebote fue la suba del dólar, que comenzó a trasladarse con mayor intensidad a los precios minoristas. Por primera vez en meses, los bienes aumentaron más que los servicios: 2,3% frente a 2,1%, lo que los analistas interpretan como una señal temprana de reactivación del pass-through cambiario
Entre los rubros que más incidieron en el índice se destacan:
- Transporte: +3,5%, impulsado por combustibles, pasajes aéreos y autos.
- Vivienda, agua, electricidad y gas: +2,4%, por ajustes en alquileres y tarifas.
- Alimentos y bebidas no alcohólicas: +2,0%, con fuertes subas en frutas (+6,5%) y verduras (+4,9%).
- Salud: +2,0%, por aumentos en medicina prepaga.
- Recreación y cultura: +3,1%, por alzas en servicios deportivos y paquetes turísticos
En lo que va del año, el IPC porteño acumula una suba del 22,7%, mientras que la inflación interanual ya alcanza el 35%. La inflación núcleo —que excluye precios regulados y estacionales— también se aceleró al 2,2%, lo que refuerza la lectura de que el fenómeno no es meramente estacional
El dato porteño suele anticipar la dinámica del índice nacional que el INDEC publicará el 14 de octubre. Distintas consultoras ya proyectan que el IPC nacional se ubicará en torno al 2,2%–2,4%, marcando una aceleración respecto a los meses anteriores
Lectura política y económica
La suba del dólar comienza a mostrar su impacto en los precios minoristas, especialmente en bienes transables. Aunque el traslado sigue siendo progresivo, el rebote en CABA encendió alarmas entre analistas y funcionarios. El desafío será contener expectativas y evitar que el pass-through se amplifique en los próximos meses, en un contexto de actividad económica débil y condiciones monetarias más restrictivas.