En medio de una creciente tensión política y financiera, el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard, enfrenta nuevas críticas por haber aprobado en agosto un crédito de 164 millones de pesos a Marcos Patiño Brizuela, tercer candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza en Córdoba. La operación se concretó semanas antes del inicio formal de la campaña, lo que despertó sospechas sobre su motivación política.
Patiño Brizuela, actual titular de PAMI Córdoba y socio del diputado libertario Gabriel Bornoroni, accedió al préstamo sin cumplir con el requisito de antigüedad laboral que el banco exige para trabajadores contratados. Este detalle, confirmado por fuentes internas, pone en duda la transparencia del proceso y abre la puerta a posibles investigaciones judiciales.
El caso se suma a una serie de controversias que rodean a Tillard, exfuncionario del gobierno de Schiaretti, quien ya había sido cuestionado por otras operaciones con dirigentes libertarios. La cercanía entre funcionarios del banco y candidatos de La Libertad Avanza genera inquietud en el oficialismo y en sectores del sistema financiero que reclaman mayor control institucional.
Desde el entorno de Milei en Córdoba, el episodio generó incomodidad. La figura de Patiño Brizuela, hasta ahora poco conocida, se convirtió en un foco de conflicto que amenaza con escalar. Mientras tanto, el oficialismo busca capitalizar el escándalo para denunciar favoritismos y exigir explicaciones públicas.
El crédito irregular no solo golpea la credibilidad del Banco Nación, sino que también instala un debate urgente sobre el uso de recursos públicos en tiempos electorales. En un contexto de alta sensibilidad económica, la transparencia en la gestión financiera se vuelve clave para sostener la confianza ciudadana.