El presidente Javier Milei eligió mantener el suspenso: los nombres del nuevo Gabinete nacional se conocerán recién después de las elecciones legislativas. La decisión, confirmada por fuentes oficiales, busca preservar el “efecto sorpresa” y evitar que los anuncios impacten en la recta final de la campaña. Sin embargo, la estrategia alimenta la incertidumbre en la Casa Rosada y en los mercados, atentos a la señal política que dará el mandatario el lunes posterior a los comicios.
Según adelantó el propio Milei, el rediseño del Gabinete apunta a “lograr los objetivos de las reformas de segunda generación”, un paquete de medidas que el oficialismo pretende impulsar en el Congreso con la nueva correlación de fuerzas. En ese marco, se esperan movimientos en áreas clave como Cancillería, Jefatura de Gabinete y ministerios vinculados a la gestión económica.
El foco de las especulaciones está puesto en el futuro de Guillermo Francos, actual jefe de Gabinete. Su continuidad es incierta: versiones indican que podría dejar el cargo tras las elecciones, en medio de tensiones internas y del avance de figuras cercanas a Luis Caputo y Karina Milei, que buscan consolidar su influencia en la toma de decisiones.
En paralelo, el desembarco de Pablo Quirno en Cancillería, hombre de confianza de Caputo y con pasado en JP Morgan, confirmó la tendencia hacia una diplomacia económica alineada con el equipo financiero. Este movimiento reforzó la idea de que el rediseño ministerial estará marcado por la centralidad de la economía en la estrategia de gobierno.
Los mercados, más que al resultado electoral en sí, miran con atención el mensaje que Milei dará con la nueva conformación del Gabinete. “Importa cómo comunique que va a cumplir con la hoja de ruta que tiene planificada”, señaló una fuente cercana al oficialismo.
De esta manera, el domingo electoral no solo definirá la composición del Congreso, sino también el punto de partida de una nueva etapa en el Gobierno, con un Gabinete que promete cambios profundos y que podría reconfigurar el mapa interno del poder libertario.