Desde protestas diarias en Buenos Aires a una huelga de hambre en Madrid, venezolanos por el mundo denuncian que sus consulados les obstaculizan el registro para votar en las presidenciales en las que Nicolás Maduro se juega su continuidad.
Funcionarios diplomáticos explican a los manifestantes que no han recibido las máquinas para captar huellas u optan por ignorarlos.
La escena se repite por consulados en América Latina y Europa, donde electores y activistas denuncian maniobras para impedir el voto en las presidenciales del 28 de julio de unas 5,2 millones de personas, muchas opositoras.
Jesús Delgado, de la ONG Transparencia Electoral que vigila los procesos comiciales en Latinoamérica, considera que estos obstáculos son “sistemáticos y responden a que el Consejo Nacional Electoral no les ha enviado ninguna directriz” a los consulados.
Las autoridades en Venezuela atribuyen a las sanciones internacionales los retrasos y dificultades para enviar las máquinas, según la prensa
La ONU estima que casi ocho millones de venezolanos migraron de su país desde 2014. La mayoría huye de una crisis sin precedentes, con caída de 80% del PIB, hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas y una inmensa crispación política. El rechazo al gobierno de Maduro es amplio en el exterior.
Unos 5,2 millones deben actualizar su registro en el exterior o anotarse para votar por primera vez, según la ONG Súmate.
El padrón electoral fue actualizado por última vez en 2018 y tiene apenas 107.000 venezolanos registrados en el mundo. De ellos, unos 40.000 están inscritos en Estados Unidos, donde no podrán votar esta vez pues desde 2019 no funcionan los consulados debido a la ruptura de relaciones diplomáticas.
Entre el voto y la decepción
La elección enfrenta en principio al presidente Nicolás Maduro, quien apunta a un tercer mandato de seis años, con Manuel Rosales, un rival de Hugo Chávez en 2006.
La ONU estima que casi ocho millones de venezolanos migraron de su país desde 2014. La mayoría huye de una crisis sin precedentes, con caída de 80% del PIB, hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas y una inmensa crispación política. El rechazo al gobierno de Maduro es amplio en el exterior.
Unos 5,2 millones deben actualizar su registro en el exterior o anotarse para votar por primera vez, según la ONG Súmate.
El padrón electoral fue actualizado por última vez en 2018 y tiene apenas 107.000 venezolanos registrados en el mundo. De ellos, unos 40.000 están inscritos en Estados Unidos, donde no podrán votar esta vez pues desde 2019 no funcionan los consulados debido a la ruptura de relaciones diplomáticas.
Entre el voto y la decepción
La elección enfrenta en principio al presidente Nicolás Maduro, quien apunta a un tercer mandato de seis años, con Manuel Rosales, un rival de Hugo Chávez en 2006.
La elección enfrenta en principio al presidente Nicolás Maduro, quien apunta a un tercer mandato de seis años, con Manuel Rosales, un rival de Hugo Chávez en 2006. (REUTERS/Isaac Urrutia)También logró registrarse in extremis el ex embajador Edmundo González Urrutia, considerado un “candidato tapa” que podría ser sustituido por otra persona que promueva la líder María Corina Machado, impedida de participar en la elección por una inhabilitación de 15 años.
El período de inscripción para los votantes va del 18 de marzo el 16 de abril.
En Colombia, que alberga a la mayor cantidad de venezolanos (2,8 millones, de los cuales se calcula que 1,2 millones son aptos para votar), el registro abrió con varios días de retraso, recién este martes.
No obstante, activistas temen que el consulado no considere como residencia legal el Estatuto Temporal de Protección, que el gobierno colombiano otorgó a miles de venezolanos para que pudieran trabajar y acceder a la salud.
“Esto genera mucha preocupación”, comentó el dirigente opositor Eduardo Battistini, pues impide el registro de 80% a 90% de la población potencialmente votante. “Más allá de una violación flagrante de nuestro derecho a inscribirnos en el exterior, son excusas un poco ridículas”.
Aunque en la comunidad venezolana en Bogotá también hay decepción con la política y cierta indiferencia ante los comicios.
“La verdad, no pienso votar. Estoy muy desentendida de la política, en los últimos diez años siento tanta decepción que no la sigo”, dijo Carolina Peña, una productora de moda de 37 años que votó por última vez en 2013, cuando Maduro sucedió al fallecido Hugo Chávez.Fuente Infobae