La embajada de China en Argentina emitió un comunicado en el que calificó de “provocadoras” las declaraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien había asegurado que el presidente Javier Milei busca “sacar a China de Argentina”. Para la representación diplomática, los dichos del funcionario norteamericano reflejan una “mentalidad de Guerra Fría” y un ánimo de “confrontación e intervencionismo” que desconoce la soberanía de los países de la región.
El texto oficial remarcó que la relación entre China y Argentina se basa en la cooperación, el respeto mutuo y el beneficio compartido, y que ningún actor externo puede condicionar esos vínculos. “América Latina no es el patio trasero de nadie”, subrayó la embajada, en un mensaje que trasciende lo bilateral y se proyecta como advertencia hacia toda la región.
La respuesta de Beijing llega en un momento de tensión diplomática, ya que el gobierno de Milei ha buscado profundizar su alineamiento con Washington, incluso a costa de enfriar la relación con la potencia asiática. En este contexto, la embajada china reafirma su voluntad de sostener lazos estratégicos con Argentina, pero deja en claro que no aceptará presiones externas que busquen limitar su presencia en el país.
El episodio también tiene impacto en la política interna argentina. Mientras Milei apuesta a consolidar un vínculo privilegiado con Estados Unidos, sectores de la oposición y del propio oficialismo advierten sobre los riesgos de abandonar una estrategia de diversificación de relaciones internacionales que, en los últimos años, permitió sostener inversiones, financiamiento y cooperación tecnológica con China.
En definitiva, el cruce entre la embajada china y el Tesoro estadounidense refleja cómo la disputa geopolítica global se proyecta sobre Argentina. El país se convierte en escenario de la competencia entre dos potencias, y la definición de su política exterior oscila entre la dependencia exclusiva de un aliado o la búsqueda de un equilibrio pragmático que preserve autonomía en un mundo cada vez más polarizado.