Una nueva tragedia escolar sacude a la comunidad educativa porteña. Esta vez ocurrió en el Colegio Guadalupe, ubicado en la calle Paraguay al 3900, en el barrio de Palermo, donde un experimento de química terminó en explosión y dejó cinco estudiantes heridos, tres de ellos con quemaduras en el rostro y el pecho.
El episodio se produjo durante una clase en la que se manipulaba alcohol etílico, según confirmaron fuentes policiales y médicas. La combinación de sustancias habría generado una reacción inesperada que provocó una fuerte detonación dentro del aula. El SAME acudió de inmediato y trasladó a los heridos a los hospitales Rivadavia, Fernández y Gutiérrez, donde permanecen en observación.
Entre los afectados hay adolescentes de 16, 14 y 13 años, todos con lesiones de consideración. Otros dos alumnos fueron atendidos en el lugar por quemaduras menores. El hecho ocurrió en el marco de una feria de ciencias, lo que reaviva el debate sobre los protocolos de seguridad en actividades escolares.
Desde el Ministerio de Educación porteño informaron que se inició una investigación interna para determinar responsabilidades y revisar los procedimientos de laboratorio en escuelas públicas y privadas. “Es inadmisible que sigan ocurriendo este tipo de accidentes. Vamos a reforzar la capacitación docente y los controles de materiales”, señalaron fuentes oficiales.
Este es el segundo incidente grave en menos de un mes vinculado a prácticas escolares de química. El anterior había ocurrido en Pergamino, también durante una demostración con el experimento del “volcán”. La reiteración de estos episodios pone en cuestión la supervisión técnica y la preparación para manejar sustancias inflamables en entornos educativos.