No “rasguña las piedras”, las acaricia en trazos. Va y viene la mano artista, para que nada termine ahí donde la pared quiere decidirlo en ochava de esquina, en límite de alero, en hueco de ventana abierta o cerrada. Siempre hay un poco de más allá en los murales de Amy.

Porque un rulo de Charly se desenrosca vivo aún con textura de pintura. Porque los lentes le enfocan la calle. Porque en sus mitades, el bigote lo es todo. Y porque todo sale de la pared, porque hasta los colores suenan a canciones. Porque todo es poco para describir la imagen de Charly García, ahí, a plena esquina, a pleno pentagrama de artes plásticas… a todo Amy Rena.

Así que renovado, diferente, impresionante, el rostro del músico quedó plasmado este sábado 15 de junio, cuando ya con reflector y las 8 de la noche en sus espaldas, la artista plástica dejó concluido el mural que le demandó 12 horas de trabajo, tarea de la que ofrecía detalles en su charla con LUJÁNHOY.

“Dentro de la especialidad del muralismo, se contempla la posibilidad del repintado y restauración, aunque en mi opinión lo debería hacer la misma persona que lo hizo originalmente. De hecho una vez restauré un mural que no fue hecho por mi y antes de hacerlo le pedí permiso al muralista -que no vivía en Luján, era de muy lejos-, pero creo que no lo haría otra vez. No me gustaría que me lo hicieran a mi. Además ya le estás sacando la esencia del mural y la energía de esa pintura, de alguna manera ya la transmutaste con la tuya”, decía la artista plástica lujanense en relación al haber pintado esta nueva imagen sobre la imagen del mismo músico que ella misma había realizado hace más de 5 años.

Solicitud de belleza

Solicitan autorización, claro. Porque los espacios públicos son de todos y porque los privados de alguien. Y lejos de confrontar esencia de libertad, se pide autorización para la utilización de un pedacito de ciudad para embellecerlo desde el arte del muralismo.

“Este Charly fue una pared que se pidió desde el principio, porque es una esquina muy transitada y además es la casa de mi amigo, así que con más razón, me dejaron. Yo venía con ganas de repintarlo porque ya no daba más. Lo pinté en el 2017, fue si no recuerdo mal el tercer mural que hice desde mi comienzo de la carrera. Y ya es un estilo que no pinto más, entonces quise volver a superar ese Charly viejo que hice en mis comienzos, esa fue la idea, tratar de superar esa imagen, hacer un Charly más realista, con tonos más reales de piel, pero con un toque de Amy que es un fondo de color saturadísimo”, explicaba con detalles de su disciplina de las artes visuales.

“Elegí el amarillo porque es el primer color que llama la atención al ojo humano. Y más estando a la derecha. Entonces dije ‘listo’, tiene que ser así. Y también descontracturarlo un poco y hacer un stickers de Charly. Por eso tiene ese contorno negro con fondo blanco”, agregaba para entendidos en el tema y para los que no, porque solo hay que mirar un mural de Amy para ver, sentir, encontrar y encontrarse.

“Seguramente pida alguna otra pared como para seguir copando Luján, seguramente será la imagen de una mujer”, mencionaba como adelanto de lo que llegará en algún momento al sol, con luz artificial, a toda escalera, en cuclillas, con su overol y esas manos que embellecen las paredes de Luján.