Desde el avión presidencial Air Force One, Donald Trump lanzó una de sus declaraciones más crudas sobre la situación de Argentina: “Están muriendo. ¿De acuerdo? Están muriendo. Argentina está luchando por su vida”. La frase, pronunciada ante periodistas estadounidenses, se dio en el marco de la justificación del swap de USD 20.000 millones y otras medidas de apoyo al gobierno de Javier Milei.

Trump explicó que su administración evalúa volver a comprar carne vacuna argentina, como parte de un paquete que busca aliviar la presión sobre el campo y reforzar las reservas del país. “No tienen dinero, no tienen nada. Están luchando muy duro para sobrevivir. Si puedo ayudarlos a sobrevivir en un mundo libre… me agrada el presidente de Argentina. Creo que está tratando de hacer lo mejor que puede”, agregó.

Las declaraciones se producen a seis días de las elecciones legislativas nacionales y en medio de una fuerte presión inflacionaria. El respaldo financiero desde Washington incluye intervención en el mercado cambiario, compra de productos estratégicos y gestos diplomáticos que marcan un giro en la relación bilateral.

El tono de Trump generó reacciones diversas en la prensa argentina y en sectores políticos locales. Mientras algunos lo interpretan como una señal de apoyo firme a Milei, otros cuestionan la crudeza del diagnóstico y advierten sobre el impacto simbólico de que un presidente extranjero describa al país como “agonizante”.