El expresidente Mauricio Macri aprovechó su reaparición pública para relanzar a Pro, el principal aliado de Javier Milei en el mapa político, y hacer una demostración de fuerza ante sus partidarios, en pleno debate interno sobre el futuro del vínculo con los libertarios. Si bien ratificó su apoyo al rumbo y la agenda reformista que propuso Milei desde que llegó a la Casa Rosada, Macri buscó resaltar sus diferencias con el proyecto del oficialismo y dar un tirón de orejas a la política institucional y capacidad de gestión del Gobierno.

“El Presidente tiene muy claro lo que hay que hacer; tiene ideas, convicción y coraje, pero sigue teniendo pendiente el desafío de construir un equipo”, resaltó Macri detrás del atril.

En su regreso, el exmandatario volvió a descartar una fusión electoral de Pro con los libertarios, aunque dejó en claro que está dispuesto a colaborar con Milei y aportar dirigentes “con experiencia” en la gestión del Estado.

Ante los altos mandos y militantes de su partido en Arenas Studios, un salón privado ubicado en el barrio de La Boca, Macri dijo que su fuerza logró “ayudar” al Gobierno, “a pesar del entorno” del Presidente. En ese sentido, advirtió que se requiere “gente idónea y honesta” y que no puede “avalar que sigan muchos organismos en manos de Sergio Massa y su gente”.

El expresidente puso en valor los esfuerzos de la administración de Milei para lograr un superávit fiscal y evitar una hiperinflación, pese a los desequilibrios que heredó de la gestión del kirchnerismo. Quiso dejar en claro que aplaude el resultado de la política macroeconómica y el modelo transformista que impulsa Milei para achicar el tamaño del Estado. No obstante, Macri remarcó que el ajuste de las cuentas públicas debe ser de “calidad” y que “no es conveniente incumplir contratos para llegar al objetivo noble del equilibrio fiscal”.

Por caso, el expresidente reclamó prestar atención a la “micro”, cuestionó que aún no se haya adjudicado la hidrovía o avanzado con las privatizaciones de las empresas “públicas deficitarias”. “Yo estoy acá, porque quiero ayudar que esos cambios se hagan y se concreten”, enfatizó el jefe de Pro.

Distanciado de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, quienes no asistieron al mitin por diversas razones, el jefe de Pro salió a escena con la excusa de presentar a las nuevas autoridades de su partido, que quedó inmerso en una crisis de identidad tras la redefinición del tablero político. Sin embargo, hizo una demostración de fuerza para enviarle un mensaje a la Casa Rosada.

Macri sugirió que Milei debe ampliarse y construir “un equipo” para atender las urgencias de la gestión y acelerar la instrumentación de las reformas tras la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Congreso.

Tras repasar el paso de Cambiemos por el poder, reconoció que “no es fácil” gobernar el país y sortear las resistencias de los grupos corporativos. “Entender cómo funciona un Estado tomado por la militancia K lleva tiempo, pero es un desafío ayudar a quien no está dispuesto a quien no quiere ser ayudado”, resaltó.

Si bien dijo que el Presidente tiene absoluta claridad en la dirección y las ideas, muestra “una debilidad en la capacidad de implementarlas”. “Nuestra única vocación es ayudar a que el cambio se haga realidad. El Pro hizo todo lo que estuvo a su alcance; el Pro llegó a la política para hacer lo correcto, sin especulaciones”, subrayó en varios pasajes de su mensaje.

En ese sentido, Macri señaló que los argentinos están haciendo un “esfuerzo” y ver que “el cambio se concrete rápidamente”. “Siempre vamos a poner a disposición nuestra experiencia de gestión”, insistió.

Después de que se estancaran las negociaciones para armar un interbloque en Diputados o construir un frente electoral con vistas a las legislativas de 2025, Macri se colocó en una posición expectante e inició una fase de apoyo crítico a los libertarios. Más allá de que machaca con que su fuerza no “co-gobierna”, no le cierra la puerta a una coalición con los libertarios, pero reclama que Milei fije una hoja de ruta clara y defina si pretende avanzar o no con un acuerdo institucional.

Fuente La Nación