El barco Zarpó de Nantucket, Massachusetts, en agosto de 1819 bajo el mando del capitán George Pollard Jr., con una tripulación de 21 hombres, con el objetivo de cazar ballenas en el Océano Pacífico y obtener aceite de ballena, el cual era un valioso recurso en esa época.
En noviembre de 1820, una enorme ballena cachalote, con una longitud de casi 26 metros, mucho más grande que la media de 15 m, embistió y hundió al barco Essex. La tripulación quedó a la deriva en tres botes salvavidas, sin embargo, naufragaron miles de kilómetros al oeste de la costa occidental de Sudamérica.
A la deriva, los sobrevivientes enfrentaron una serie de desafíos extremos. Sin suficiente comida ni agua, tuvieron que racionar sus escasas provisiones; navegaron en dirección a América del Sur, esperando encontrar tierra o ser rescatados.
Sin embargo, las corrientes y el clima adverso los llevaron cada vez más lejos de su objetivo, la desesperación aumentó cuando los hombres empezaron a morir de hambre y sed.
Debido a las circunstancias, los supervivientes recurrieron al canibalismo para mantenerse vivos. Iniciaron comiendo los cuerpos de sus compañeros que fallecieron por causas naturales, más tarde, la situación se volvió aún más caótica, ya que los tripulantes hicieron rifas para decidir quién sería sacrificado para poder alimentar a los demás. Entre los sacrificados se encontró el primo del capitán Pollard, Owen Coffin, de 18 años de edad.
Solo ocho hombres de los 21 tripulantes sobrevivieron a la odisea. Tiempo después, en otro bote, el primer oficial Owen Chase sobreviviría con otros dos tripulantes, Benjamin Lawrence y Thomas Nickerson.
Owen Chase escribió un relato de la tragedia del Essex titulado "Narrative of the Most Extraordinary and Distressing Shipwreck of the Whale-Ship Essex", publicado en 1821. Este relato, junto con las historias de otros supervivientes, llegó a oídos de Herman Melville, quien años después utilizó estos eventos como inspiración para su obra maestra, "Moby Dick", publicada en 1851.
La historia del Essex es una mezcla de coraje y desesperación humana frente a la inmensidad del océano, y ha perdurado como una de las más impactantes tragedias marítimas en la historia que inspiraron una de las novelas más importantes de la literatura.